LAS MANOS DE LA LINGÜÍSTICA

Dedicado a todos los niños soñadores, ¡los deseos se hacen realidad! Saltarina era una niña que deseaba llegar hasta la Luna para contarle un cuento cada noche antes de ir a dormir. Un día, saltó tanto que tocó una nube, y saltando de nube a nube, consiguió llegar a la casa de la señora Luna.

¡Nos encanta Carambuco! Son los mejores editando cuentos: muchos colores, dibujos animados y un intérprete en una nube... ¿qué más se puede pedir? Si un caracol te pregunta dónde está su casa, no dudes en ayudarlo.

El elefante encadenado es uno de los más famosos cuentos de Jorge Bucay que nos explica con claridad porqué actuamos como actuamos y cómo podemos cambiarlo. Al igual que el elefante de la historia, todos llevamos inconscientemente las cadenas de límites psicológicos que nos marcaron desde pequeños y que deterioraron nuestra autoestima y confianza en nuestras posibilidades.

Isabelle Carrier es la autora de este fantástico cuento. Intenta transmitirnos con ternura, afecto  y de una forma cercana, la historia de un niño, llamado Lorenzo, que tiene que arrastrar un cazo rojo, siempre junto a él. A veces, el cazo le pone ciertas dificultades y retos en la vida que, gracias a la ayuda de algunas amables personas, aprende a superar poco a poco. Teniendo, de esta forma, que encontrar en donde antes sol veía aspectos negativos, los aspectos positivos de la vida. Quizá, la principal moraleja que se esconde entre sus letras, es que las personas con discapacidad, que en este caso simula el cazo rojo, no tienen por qué  querer deshacerse de ella, es decir, no tiene por qué verla como un estorbo  o molestia. Intentan llevarlo de forma creativa en vez de crear una continua lucha, aunque no siempre resulte tan sencillo, así como Lorenzo acaba llevando su cazo metido en un bolso, lo cual le permite superar los obstáculos que antes encontraba de una forma menos comp

Ricitos de oro es una niña que corre peligro por no hacer caso a las recomendaciones de sus padres, por alejarse de ellos. Este es uno de los varios consejos que podemos extraer del cuento. Nos gusta que nuestros cuentos transmitan muchos valores porque además de escucharlos y entretenernos, aprendemos a ser mejores personas desde pequeños. 

"Los tres cerditos" es un cuento tradicional idóneo si lo que le deseas es transmitir el valor del esfuerzo, pues fomenta el trabajo bien planificado que luego bien hecho tendrá su recompensa.   En este cuento  queda muy claro que la perseverancia, el trabajo, el esfuerzo, la constancia y valores similares triunfaran sobre las adversidades e imprevistos, sin embargo la ociosidad y el conformismo, acabara por fallarnos con el tiempo. La fábula esta orientada a mostrar que antes de la diversión esta la obligación y no al contrario, con una moraleja que nos muestra como enseñanza que no importa cuanto tiempo te lleve un trabajo bien hecho, pues al final lo agradeceremos en el futuro, ya que del mal hecho  nos arrepentiremos y sufriremos las consecuencias.

Caperucita roja es uno de esos cuentos de hadas que todos los padres han contado a sus hijos antes de irse a dormir. Este cuento transmite una moraleja muy importante, enseña a los niños a obedecer a los papás y mamás a no fiarse ni hablar con desconocidos. Fecha de publicación original: 1812 Autor: Wilhelm Grimm

¡¡Más cuentos infantiles!! En esta ocasión os traemos la Ratita presumida. Es un cuento tradicional, a todos nos suena esta famosa ratita y a partir de ahora podrás contarlo también con tus manos. La moraleja de este cuento era aleccionar a los pequeños, no se debe juzgar a las personas por su apariencia. 

Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían robar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. ¿Quién no soñó aluna vez con darle un mordisco a la luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan solo querían probar un pedacito pero, por más que se estiraban no eran capaces de tocarla. Entonces, la tortuga tuvo una genial idea: "Si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna", le dijo al elefante.