PREJUICIOS/MITOS SOBRE LA COMUNIDAD SORDA
La situación de las personas sordas
ha mejorado indudablemente de la antigüedad hasta ahora pero, como ocurre con
muchos otros colectivos, siguen cargando con prejuicios, creencias erróneas y
estereotipos que deben ser necesariamente eliminados. Nuestro objetivo es
erradicar estos prejuicios, para ello queremos concienciar a los más pequeños y
darle la máxima difusión en los medios.
Mito: Las personas sordas lo oyen todo con ayuda de una
prótesis.
Realidad: Las prótesis no eliminan el problema auditivo de todas las
personas sordas. Con la ayuda de una prótesis,
algunos sordos oyen muchos sonidos; otros entienden el lenguaje oral pero
no escuchan como los oyentes. En algunas situaciones pueden ser útiles y
en otras, no, en particular en los entornos ruidosos. Además algunas personas
no los pueden utilizar de manera efectiva.
Mito: Las personas sordas no pueden hablar.
Realidad: Muchos sordos pueden hablar. La diferencia es que, algunos no
han aprendido a utilizar la lengua oral y sin
embargo, hay otros que no pueden utilizar el lenguaje oral o prefieren
comunicarse por escrito o mediante lenguaje de signos (Comunicación visual
y gestual). Pero todos pueden comunicarse, a través de la lengua oral y/o
a través la lengua de signos.
Mito: Los sordos también son mudos.
Realidad: La sociedad ha utilizado este término erróneamente al
referirse a las personas sordas; actualmente puede ser percibido por muchos
sordos con connotaciones peyorativas ya que este colectivo es capaz de
comunicarse tanto en lengua de signos como en lengua oral en sus formas
escritas y habladas. Las personas de este colectivo se refieren a sí mismas
como “Sordos”, y este es el término que prefieren.
Mito: Todos los sordos saben leer los labios.
Realidad: No todos los sordos son buenos labiolectores. “El desarrollo
de la lectura labiofacial requiere que los aprendices sigan todas las pautas
relacionadas con el mensaje, las del entorno y las que dictan los movimientos
que hace al hablar la otra persona. No solo varía la apariencia de muchos
sonidos al ser pronunciados, sino que también los movimientos cambian de sujeto
a sujeto, lo que hace que la lectura labiofacial sea una habilidad compleja.”
Mito: Las personas sordas pueden hacer algún
tipo de trabajo.
Realidad: Las personas sordas tienen las mismas capacidades intelectuales
y funcionales que las personas oyentes y por tanto pueden desempeñar cualquier
trabajo.
Mito: Las personas sordas no pueden conducir.
Realidad: Las personas sordas sí pueden conducir, a pesar de las
diferentes barreas de acceso a la información y comunicación que se encuentran
en algunas autoescuelas y exámenes de conducir, por la falta de adaptación en
estos servicios. Y es que, el sentido más utilizado a la hora de conducir es la
vista. Muchos de ellos tienen automóvil.
Mito: Todas las personas sordas usan la lengua de signos.
Realidad: En este caso dependerá del contexto familiar, social y
cultural en el que se haya desarrollado la persona sorda. Hay quienes aprenden
la lengua de signos, quienes aprenden la lengua oral y quienes desarrollan
sistemas o códigos alternativos de comunicación.
Mito: Los sordos no pueden disfrutar de la música.
Realidad: Algunos sordos tienen reproductores de
música y disfrutan de ella.
Mito: Los sordos no hacen ruido.
Realidad: Los sordos hacen tanto ruido como los oyentes. Incluso
algunos, a veces, son ruidosos, pues no pueden escucharse.
Mito: Los sordos leen braille.
Realidad: El braille es para los ciegos. Los sordos leen la letra
impresa, igual que los oyentes.
Mito: Los sordos no ven la televisión porque, al no oírla, no la
entienden.
Realidad: Los sordos ven la televisión, películas subtituladas y muchos
programas en los que no es fundamental la audición para comprender y disfrutan
de su visión.
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