MITOS EN EL ÁMBITO EDUCATIVO

  En el ámbito de la educación también podemos encontrarnos una serie de mitos. En las siguientes líneas describiremos estos mitos, sus explicaciones y medidas:

- Todos los alumnos sordos son iguales: esto es totalmente falso. No hay un sordo igual que otro como no hay una persona igual a otra. Existen distintos tipos de sordera, distintos niveles lingüísticos, distintas modalidades lingüísticas (lengua oral y lengua de signos). Como docentes debemos conocer las características del alumnado, contactar con los equipos de orientación educativa y psicopedagógica, con su familia, etc., para utilizar los métodos más adecuados para cada uno.

- Oye más de lo que parece: la sordera no se reduce a oír más o menos. Entender una palabra o una frase depende de muchos otros factores. Para agilizar su aprendizaje tenemos que conocer las características del alumnado sordo como sus recursos lingüísticos, su expediente académico previo, etc.

- Con las ayudas técnicas está todo solucionado. No todo el alumnado utiliza prótesis auditivas y no todos lo aprovechan de la misma manera. Es importante saber cuál es el grado de aprovechamiento que hacen de sus prótesis auditivas a la hora de hacer su adaptación para acceder al currículo educativo.

- Parece que lo hace bien cuando quiere. El alumnado sordo necesita un tiempo para comprender bien lo que se pregunta o lo que tiene que hacer si no tiene los apoyos necesarios. Para ayudarle en su aprendizaje tenemos que poner en práctica una serie de adaptaciones necesarias como por ejemplo dar más tiempo para procesar la información, presentar los contenidos de forma escueta, resaltando lo más importante, ayudándonos de imágenes y muchos ejemplos.

- No entiende lo que se le explica. Ahí el problema es nuestro. La forma en la que se le presenta la información puede no ser la más adecuada. Primero tenemos que conocer las características del alumnado sordo: los conocimientos previos, su competencia en lengua oral, etc. y poner en prácticas las adaptaciones a la hora de presentarle el contenido como hemos explicado anteriormente.

- Está atento pero no pregunta nunca. Puede que al alumno le cueste seguir las explicaciones, o tenga baja la autoestima y no quiera ponerse en evidencia en público. No quiere sentirse inferior. No es bueno que se quede con dudas por ello, es importante corroborar por distintas vías el grado de asimilación de los contenidos. Además es un buen método para fomentar la participación en el aula y no solo del alumno sordo, también ayudará al resto de compañeros.

- Parece que sigue el ritmo como los demás. Puede que imite lo que hacen los demás sin comprender realmente el contenido y el sentido de lo aprendido solo para no sentir que se queda atrás y realmente el efecto es el contrario. Una vez que el tema está adaptado a sus necesidades Nuestro objetivo es comprobar el grado de aprovechamiento de lo aprendido de diferentes formas: por escrito, con tutorías individualizadas, etc.



Resultado de imagen de profesor e interprete en el aula


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